La Peste Negra fue una de las pandemias más devastadoras de la historia, afectando a Europa entre 1347 y 1352. Se estima que mató a entre el 30% y el 50% de la población europea. La enfermedad, causada por la bacteria Yersinia pestis, se propagó a través de pulgas en ratas y provocó fiebre, bubones oscuros y una alta tasa de mortalidad. Sus efectos fueron profundos, debilitando el sistema feudal y generando cambios sociales y económicos.